28 de diciembre de 2016

Noche de Paz

La obra "Noche de Paz" (Stille Nacht) es uno de los villancicos más conocidas e interpretados en estas fechas. La obra fue compuesta por el sacerdote austriaco Joseph Mohr y el organista Franz Gruber en 1818.

Muchas son las leyendas que han circulado alrededor del villancico, cuya historia verdadera no se conoció hasta que Gruber envió –36 años después de la primera interpretación– una carta a Berlín con la historia fidedigna del origen de «Still nacht» («Noche de paz»), donde se incluían unas breves biografías.

La obra fue interpretada por primera vez el 24 de diciembre en la iglesia de San Nicolás (Nikolauskirche) de Oberndorf, Austria. La letra había sido compuesta años antes por Mohr en la parroquia de Santa María (Mariapfarr), pero en la víspera de Navidad se la llevó a Gruber y le pidió que le hiciera una composición musical y un acompañamiento en guitarra para el servicio de la Iglesia. 

No se sabe si fue interpretado al principio o al final de la misa, pero sí que allí fue donde sonó por primera vez, sin que Mohr o Gruber se imaginaran que aquella canción se haría universalmente conocida. Y aquello no hubiera ocurrido si, en la primavera siguiente, no hubiera llegado a Oberndorf el constructor de órganos Carlos Mauracher, que, tras conocer el texto y la partitura, se las llevó al Tirol. Y desde allí, dos amigos suyos, los hermanos Strasser, se dedicaron a difundirla por todo el país, durante los muchos viajes que hacían para comercializar sus guantes.

Trece años después de su composición era cantada por un grupo de católicos en la localidad alemana de Leipzig, en un viaje que, lenta pero exitosamente, le fue llevando al resto del mundo como «canción popular tirolesa».

Noche de Paz ha sido traducido a más de 300 idiomas en todo el mundo y que es el más popular de todos los tiempos. La cifra puede ser superior, si se tiene en cuenta la acción de misioneros cristianos en los cinco continentes que lo han traducido a innumerables idiomas gracias a la facilidad de su interpretación, su brevedad y que puede ser cantado sin acompañamiento instrumental.

Una curiosidad es que este villancico fue cantado en 1914 durante la  I Guerra Mundial en 1914, por soldados ingleses y alemanes enfrentados, al ser el único villancico conocido por los soldados de ambos frentes.

El éxito de aquel pequeño gesto de Mohr fue rotundo, a juzgar por su popularidad hoy, y por la gran cantidad de artistas famosos que la han interpretado. Y poco se hubiera sabido de sus autores si, 30 años después, en 1854, ya muerto Mohr, un miembro de la capilla real áulica de Berlín no se hubiese preguntado sobre el origen del villancico.

Tras un periodo investigando, solicitó información al convento benedictino de San Pedro, en Salzburgo, que pidió a Gruber que escribiera aquella carta. En ella contaba que Mohr, perteneciente a una familia modesta de Salzburgo tuvo que costearse sus estudios, y que, treinta años después de componer el villancico, murió a los 56, respetado y muy querido, pero tan pobre que la ciudad tuvo que hacerse cargo de los gastos de su entierro. Qué hubiera sido de Mohr si hubiera nacido hoy…



Fuente: ABC & Wikipedia

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