Adeste fideles

Para finalizar la época navideña presentamos el villancico, Adeste fideles. Esta pieza es un himno usado en la bendición durante la Navidad desde finales del siglo XVIII. El himno invita a los fieles a acudir a Belén a adorar al Salvador recién nacido. Es probable que su autor sea el rey Juan IV de Portugal. «El Rey Músico» nació en 1604, fue un mecenas de la música, las artes y un sofisticado autor; mientras reinó poseía una de las mayores bibliotecas del mundo. La primera parte de su obra musical se publicó en 1649. Hizo construir una escuela de música en Vila Viçosa (Portugal) que «exportaba» músicos a España e Italia y fue allí, en su palacio, donde se encontraron dos manuscritos de esta obra.

Los fotogramas que aparecen en este vídeo corresponden a figuras del escultor Salzillo. La tradición de los Belenes se remonta a la Edad Media pero se fue perdiendo hasta que renació en Nápoles. A España llegará de la mano de Francisco Salzillo, escultor barroco del siglo XVIII asentado en Murcia. El padre del artista era napolitano y precisamente será gracias a él cómo se resucite esta bonita tradición en nuestra país.

Salzillo realizó todo tipo de pequeñas figuras, unos 30-40 cms, agrupadas o individuales y realizadas en los más diversos materiales. Las hay de cartón endurecido, de madera, de barro,...pero todas tienen algo en común y es que van vestidas como personajes del siglo XVIII.

En ésta interpretación del Adeste fideles intervienen el coro de cámara Gaudia Musica, Daniel Álvarez, violín, Lucía Sierra, viola,  José Ramón Rioz Fernández, violonchelo y Ana González, órgano. Todos ellos bajo la batuta de José Ramón Rioz.

Letra (latín):

Adeste fideles laeti triumphantes, 

Venite, venite in Bethlehem. 

Natum videte, Regem angelorum. 

Venite adoremus Dominum.

En grege relicto, humiles ad cunas, 

Vocati pastores adproperant: 

Et nos ovanti gradu festinemus. 

Venite adoremus Dominum.

Traducción:

Acudid fieles alegres, triunfantes, 

venid, venid a Belén. 

Ved al nacido, Rey de los ángeles. 

Venid, adoremos al Señor 

Dejando el rebaño, humildes hasta la cuna, 

los pastores llamados vienen presurosos. 

Y nosotros apresurémonos con paso alegre. 

venid, adoremos al Señor.

¡Esperemos que os guste!