19 de octubre de 2019

Antonio Pigafetta

Seguimos con un nueva entrega de la serie de Magallanes y Elcano. Esta serie nació debido al nuevo proyecto musical que estamos desarrollando en Gaudia Música, a razón de la gesta de la circunnavegación del globo terráqueo alcanzada por Magallanes y Elcano y que en este 2019 se conmemora el 500 aniversario.

Habíamos dejado el viaje en el momento que llegaban a las Islas Canarias lugar en el que se avituallaron antes de seguir hacía el sur, hasta Cabo Verde, y cruzar a esa altura el Atlántico para llegar a tierras brasileñas.

En el proyecto que hemos desarrollado nos hemos basado en los textos de Antonio Pigafetta, un noble italiano que había financiado el mismo su pasaje y que escribió a su regreso la crónica de lo acontecido en la primera vuelta al mundo. Es por ello que creemos que es la hora de presentar a tan insigne aventurero, el cual nos servirá de guía en tan maravilloso viaje.


Antes de meternos en harina queríamos resaltar que fueron muchos los extranjeros que participaron en este arriesgado viaje de alcanzar las islas de las especias por el oeste. Que, aunque el viaje era costeado con dinero español (parte por la propia Corona), eran muchas las persona de otras nacionalidades que participaron en la armada de la especiería. La nacionalidad más abundante fue la portuguesa pero no la única ya que participaron en la armada de la especiería griegos, alemanes y ciudadanos de la República Veneciana como Antonio Pigafetta.

Antonio Pigafetta nació en torno a 1490 en Vicenza una ciudad dentro de los límites de la República de Venecia. Se conoce poco de su vida en sus primeros años si bien, debido a que provenía de una familia acomodada, estudió en su juventud astronomía, geografía y cartografía. Posteriormente fue ordenado Caballero en la Orden de los Caballeros de Rodas y en 1518 acompañó al nuncio apostólico Francesco Chiericati a España donde fue presentado al emperador Carlos V instalándose después en Barcelona.

Estando allí se enteró de la expedición que Magallanes estaba organizando y, gracias a la recomendación del obispo, Pigafetta obtuvo el permiso de Carlos V para poder participar en el viaje como sobresaliente, es decir, un hombre de armas, puesto destinado normalmente a jóvenes de familia noble enrolados como voluntarios en busca de aventuras o experiencia militar. Fue embarcado en el buque "Trinidad" insignia de la escuadra, y si bien inicialmente no fue bien aceptado por Magallanes, finalmente consiguió ganar su confianza y le sirvió como traductor y cartógrafo.

Pero el hecho que hace que Pigafetta haya pasado a la Historia es debido a que a su regreso escribe el libro con los apuntes tomados durante la navegación. Pigafetta fue uno de esos 18 hombres que consigue dar la vuelta al mundo. En el libro recopiló numerosos datos acerca de la geografía, el clima, la flora, la fauna y los habitantes indígenas de los lugares recorridos; su minucioso relato fue un documento de gran valor, sobre todo por sus apuntes de náutica y lingüística. Sin su diario, la información del viaje de Magallanes sería muy incompleta.

El viaje es el hilo argumental del diario, en forma a veces de epopeya, con naufragios, tempestades o aparición de presagios como el fuego de San Telmo, se convierten a los acontecimientos sobrenaturales en manifestaciones de la voluntad divina. Es la influencia de su tiempo, la proyección de la fe cristiana, una de las bases para el asentamiento de la era de los descubrimientos.

A Fernando de Magallanes se le presenta como el héroe de la obra, siguiendo los cánones de la literatura caballeresca. Sin embargo a Juan Sebastián Elcano ni siquiera le nombra a pesar de ser uno de los grandes responsables de la vuelta al mundo. Esto se cree que se debe a su mala relación con él.

A su regreso fue recibido en la corte por Carlos V al que donó el cuaderno de bitácora escrito durante el viaje alrededor del mundo sin embargo, el diario desapareció. La corte española, de hecho, estaba muy decidida a cancelar los méritos en la primera navegación alrededor del mundo de Magallanes por ser portugués. En consecuencia, también Antonio Pigafetta era un testigo incómodo de lo que sucedió durante la expedición y por ello fue despedido apresuradamente por el Emperador recibiendo antes el pago acordado, pero ninguna bonificación adicional.

La fama de Pigafetta aumentó rápidamente. Después de abandonar España, se mudó a Portugal, donde fue recibido por el rey, a quien le contó las muchas "cosas que vio" durante la navegación; luego fue a Francia donde recibió una audiencia con la regente Luisa de Saboya y finalmente llegó a Italia en 1523 siendo alojado en varias cortes italianas (Ferrara, Mantua, Venecia) y también recibido por el papa Clemente VII. A todas estas personas entregó una copia inicial de su viaje haciendo público los Secretos de Estado que suponían el viaje y contraviniendo lo que había firmado anteriormente con Carlos V.

Además de todo lo mencionado con anterioridad Pigafetta descubrió por accidente un hecho científico. Todo se debió a que la nave arribó en Sevilla el día 7 de septiembre, según el diario de abordo, mientras que en la ciudad le dijeron que era el día 8. A su diario le faltaba un día pero Pigafetta no se había equivocado.

El problema provocó un debate entre los astrónomos, y Pigafetta lo resolvió también gracias a Pietro Martire d'Anghiera, quien sugirió que si uno gira alrededor de la Tierra en dirección oeste, en la misma dirección aparente de la estrella, al final del viaje verás salir el Sol una vez menos.

Su futuro después de sus últimas líneas de su diario, se desconoce con certeza. Murió en su país natal en una fecha desconocida, algunas versiones aluden a su intervención contra el Imperio otomano en 1536 y un posterior retiro en su ciudad natal y otras que falleció en la isla de Malta entre 1534 y 1535.


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