Seguimos con un nueva entrega de la serie de Magallanes y Elcano. Esta serie nació debido al nuevo proyecto musical que estamos desarrollando en Gaudia Música, a razón de la gesta de la circunnavegación del globo terráqueo alcanzada por Magallanes y Elcano y que en este 2019 se conmemora el 500 aniversario.
En la anterior entrada realizamos una rápida biografía del militar y navegante de origen portugués Fernando de Magallanes, desde sus inicios en la navegación hasta que parte de Sanlúcar de Barrameda con 5 naves y con destino las islas Molucas. Hoy daremos un paso atrás y rememoraremos como fueron las negociaciones que dieron pie a tan importante evento y los peligros que conllevaron antes incluso de llegar a embarcar.
Magallanes a su retorno a Europa tras conquistar Malaca se dedicó a estudiar las cartas más recientes, investigando junto al cosmógrafo Rui Faleiro un pasaje hacia el Pacífico por el Atlántico Sur y la posibilidad de que las Molucas estuviesen en la zona española definida en el Tratado de Tordesillas. Gracias a sus contactos con su amigo Serrão, Magallanes tenía cierta información privilegiada sobre las «islas de la especiería», las Molucas. Ante el fracaso que obtuvo al exponer sus propósitos al rey de Portugal, Manuel I, que ya conocía una vía para navegar hacia Asia bordeando África y no tenía necesidad de financiar una nueva vía, Magallanes decidió ir a España para exponer al entonces joven rey Carlos I su audaz proyecto.
Magallanes y Faleiro viajaron a Sevilla, adonde llegaron en septiembre de 1516. La ciudad andaluza era ya la sede de la Casa de Contratación y el lugar de donde partían o arribaban las flotas de las Indias. Allí plantearon su proyecto, sin desvelar los detalles fundamentales, a dos importantes funcionarios de la institución: Juan de Aranda y el doctor Sancho Matienzo que se convirtieron en sus valedores más importantes. Entrando en 1518 Magallanes y Faleiro se trasladaron a Valladolid. En la capital castellana, sede de una de las Chancillerías de la Corona de Castilla, estaba Carlos I y se habían reunido las cortes. Gracias al apoyo del obispo Fonseca, presidente del Consejo de Indias, el 22 de marzo de 1518 se firmaron las Capitulaciones por las cuales Carlos I autorizaba que Magallanes se pusiera al frente de una escuadra de 5 barcos con la misión de encontrar un paso que permitiera llegar desde el Atlántico al Mar del Sur descubierto por Núñez de Balboa pocos años antes.
En esas capitulaciones se concretaban los detalles relativos al mando de la escuadra y se recogían algunas normas que debían cumplirse en la expedición que iba a durar 2 años. Las capitulaciones le otorgaban a Magallanes el título de gobernador y adelantado de todas las tierras que descubriese. En julio el rey nombra a Faleiro y Magallanes comendadores de la Orden de Santiago y les otorga un conjunto de privilegios como por ejemplo, el monopolio de la ruta descubierta por el término de diez años, el nombramiento como gobernadores de las tierras e islas que encontrasen, una vigésima parte de las ganancias del viaje y la concesión de una isla a cada uno.
Álvaro da Costa, embajador portugués en la corte castellana, no veía con buenos ojos este proyecto y trató de impedirlo presionando a Magallanes y Faleiro y amenazándolos hasta el punto de que corrieron peligro sus vidas. Tanto Magallanes como Faleiro sufrieron varios ataques cuando estaban en Zaragoza, adonde se habían trasladado siguiendo a la corte, que se había instalado a orillas del Ebro porque Carlos I tenía que ser jurado como monarca por las Cortes del reino de Aragón
Tras el definitivo visto bueno del monarca Magallanes y Faleiro se trasladaron a Sevilla para poner a punto la expedición pero este tiempo no estuvo exento de incidentes. Los portugueses seguían tratando de impedir por todos los medios la expedición y lograron que la relación entre Magallanes y Faleiro se tensara, hasta tal punto que el cosmógrafo fue apartado de la expedición por orden del Rey a pesar de tener una autoridad similar a la de Magallanes. Se arguyeron problemas de salud como causa de su apartamiento. Le sustituyó Juan de Cartagena.
Después de romper con Faleiro, Magallanes continuó aparejando las naves que habrían de partir de Sevilla. La tripulación se componía de marinos de muy distintos orígenes, con un importante número de portugueses y vascos. Antonio Pigafetta, cronista y geógrafo veneciano, que participó de la expedición a sus propias expensas, escribió un diario completo del viaje, posibilitado por el hecho de haber sido uno de los pocos viajeros en retornar vivo a Europa. De esa forma, legó a la posteridad un raro e importante registro de donde se puede extraer mucho de lo que se sabe de este episodio de la historia. De él y su diario hablaremos en una próxima entrega.
El 10 de agosto de 1519 una muchedumbre concentrada en el Arenal y en las riberas del Guadalquivir fue testigo de la partida de la armada. La expedición estaba formada por cinco embarcaciones con 239 hombres al mando de Magallanes, en la nave capitana, la Trinidad; las otras cuatro naves eran: la San Antonio, la Concepción, la Victoria y la Santiago. El segundo al mando era el español Juan de Cartagena, veedor (supervisor) general de la armada. Juan Sebastián Elcano, que terminaría capitaneando el viaje de retorno, partió como maestre de la Concepción, comandada por Gaspar de Quesada.
Hasta aquí la entrada de hoy. Seguiremos el próximo mes con la primera etapa de la circunnavegación y una pequeña biografía de Antonio Pigafetta. En el Facebook del coro están ya las fotos del primer concierto que ofrecimos de este proyecto en la ciudad gaditana de Sanlúcar de Barrameda, lugar del que partieron hace 500 años estos marineros-aventureros.
Como siempre nos despedimos con una obra incluida en el proyecto "Música en tiempos de F. Magallanes y J. S. Elcano" y coetánea de este acontecimiento. Se trata de la obra "Más vale trocar" compuesta por Juan del Encina unos años antes del inicio de esta travesía y... ¡quien sabe! igual cantada a bordo. Si queréis leer más sobre la obra lo podéis hacer pinchando AQUÍ.
Como siempre nos despedimos con una obra incluida en el proyecto "Música en tiempos de F. Magallanes y J. S. Elcano" y coetánea de este acontecimiento. Se trata de la obra "Más vale trocar" compuesta por Juan del Encina unos años antes del inicio de esta travesía y... ¡quien sabe! igual cantada a bordo. Si queréis leer más sobre la obra lo podéis hacer pinchando AQUÍ.
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