21 de junio de 2013

Francisco Guerrero vs. J. S. Mastropiero


Escribiendo un texto sobre la vida y virtudes del compositor renacentista Francisco Guerero se me ocurrió escribir esta entrada sobre las semejanzas que este compositor tiene con el desdichado compositor inventado por Les LuthiersJohann Sebastian Mastropiero. Empecemos primero dando unas pinceladas sobre la vida de Guerrero.

Francisco Guerrero (1528-1599) fue un compositor sevillano que junto a Tomás Luis de Victoria y a Cristóbal de Morales fue uno de los grandes nombres de la música sacra española del Renacimiento y uno de los mayores compositores españoles de todos los tiempos. Maestro de capilla en distintas catedrales españolas (Jaén, Sevilla), Guerrero llevó una existencia itinerante que le condujo a capitales como Lisboa, Roma y Venecia. En 1589 inició una peregrinación a Tierra Santa en al que fue hecho cautivo por piratas y tuvo que ser rescatado, como era común en la época, por el pago de una considerable cantidad. La aventura fue narrada por él en el libro El viage de Hierusalem (El viaje de Jerusalém) publicado en 1590 que tuvo un gran éxito popular.

Guerrero en su etapa joven compuso muchas obras populares conocidas como villanescas, canciones de estilo profano cantadas por los habitantes de una villa, que se hicieron tan populares que andaban de mano en mano, deformándose y perdiendo la fidelidad de su composición. Esto es así que muchos rogaron al autor que las publicara, haciéndolo al fin en 1589, en Venecia, aprovechando el antes mencionado viaje a Jerusalen.

Pero, dada su condición social (presbítero), tuvo que revisar todas sus partituras profanas y editar muchas de ellas volviéndolas a lo divino. En muchas de estas obras, Guerrero modificó alguna frase y ajustó después la música, en otras no fue necesario modificarlas y en otras en cambio modificó enteramente la letra. Un ejemplo de esto último es la obra profana Tu dorado cabello. Guerrero modificó casi enteramente la letra sustituyéndola por unos versos de la obra Soliloquios amorosos de un alma a Dios de Lope de Vega, llegando incluso a cambiar el titulo de la obra, llamándose ahora Si tus penas no pruebo. Os dejamos a continuación la letra de las dos obras para que podáis comprobar los enormes cambios en cuanto a letra y los sutiles cambios en cuanto a temática; de un amor profano a un amor hacia Dios. 

Letra Tu dorado cabello de (castellano antiguo):

Tu dorado cabello, zagala mía, 
me tiene fuerte atado. 
Suéltame; pues el alma 
ya te he dado; 
y si esto no hicieres, 
amor, me quexaré 
cuan cruel eres,
y si esto no hicieres, 
amor, me quexaré 
cuan cruel eres.

Letra Si tus penas no pruebo de (castellano antiguo):

Si tus penas no pruebo, ¡oh Jesús mío! 
vivo triste y penado.
Hiéreme, pues el alma 
ya te he dado; 
y si este don me hicieres, 
mi Dios, claro veré, 
que bien me quieres, 
y si este don me hicieres, 
mi Dios, claro veré que bien me quieres.

Podéis escuchar la versión sacra, Si tus penas no pruebo, en el disco Gaudia Música (Escolanía de Guriezo) que publicó el coro en el año 2002 y la versión profana en el disco Sacra et profana: Dualidad de la polifonía del siglo XVI que se ha de publicar en unas semanas. Este último disco es una magnifica reseña para comprobar estos dos tipos de temáticas existentes en el renacimiento, composición sacra y profana.

Y ya volviendo a un tema más jocoso nos fijamos en el desdichado compositor Mastropiero, personaje de  ficción creado por Les Luthiers, que al igual que Guerrero viajo por varios países y que compuso muchas obras pero de calidad y éxito muy diferentes.

A Mastropiero se le acusa con frecuencia el plagio de obras, incluso hasta de su propia autobiografía, la cual es una copia textual de las memorias del compositor Günther Frager (también compositor de ficción) al cual llegó a copiar hasta el capítulo "Mastropiero es un miserable" y también el título de la obra: "Mi nombre es Mastropiero, como que me llamo Günther".

El hecho de que me recuerde Guerrero a Mastropiero es por la obligación en la que se vieron los dos compositores en tener que modificar sus obras profanas en obras sacras de culto. Si bien hay que decir que el resultado fue notablemente diferente y que las razones que les llevaron a ello también fueron distintas, los dos se vieron en la misma situación. El caso de Mastropiero trata de un "Gloria" que tuvo que componer apresuradamente a petición del cardenal Yemeli. Se le ocurrió componerlo a partir de las partituras de uno de sus tangos, acomodó como pudo el texto en latín, le entregó a cada músico su parte y lo interpretó en el Vaticano ante toda la curia. 

Os dejamos a continuación la historia narrada por Les Luthiers así como la interpretación de la obra de Mastropiero. Espero que os guste, aunque estoy seguro de que sí.




¡Buen fin de semana!

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